jueves, 18 de diciembre de 2008

Un café

No escribo hace tiempo, dije hace algunos días en una fugaz conversación; no tiene sentido, ya tengo con quien conversar, no necesito más terapia. Sin embargo, la locura no se cura de la noche a la mañana, todos tenemos recaídas cuando intentamos ser normales.

Lo lamento, intenté hacer terapia, y no funcionó. De todos los reencuentros y conversaciones que he tenido este año, esta fue en la que hablé poco y sonreí mucho.

Un par de cafés y un poco de agua con gas, cariño, anécdotas, risas y amistad desparramados por el sofá y la mesa; años de soñar con ese día sin saber exactamente el por qué. Esa falta de definición me inquieta, pero como vieja costumbre, la echaré en la caja de lo que sólo se siente y no se define y seguiremos, ya algún día aparecerá la maldita palabra en mis labios.

lunes, 16 de junio de 2008

EL CONSUMO DE NUESTRO MUNDO



Alguna vez nos preguntamos ¿qué pasa con las cosas que botamos a la basura?, tal vez sí, pero es un dolor de cabeza muy grande. Tal vez nos preguntamos ¿por qué la moda cambia tan rápido?, es más, parece que cada vez dura menos; alguna vez nos preguntamos ¿por qué nos deprimimos cuando no  podemos comprar la ropa que está de moda?; puede que este vídeo nos de un panorama más amplio, o que simplemente nos agregue más dudas.

Este vídeo lo saqué del blog de Antonio Rodríguez, Quizá podamos escoger nuestra derrota que por cierto, siempre tiene cosas muy interesantes para leer.
 

lunes, 9 de junio de 2008

AL MAESTRO CON CARIÑO

Mirando por la ventana, hay días en los que podemos ver nuestra vida pasar como un extraño viento; sentados en el bus podemos ver como las calles desaparecen como rayos de múltiples colores, de esos que se crean por el efecto de la luz y la velocidad; sentada en un tren simplemente todo desaparece, no se bien cual es la conexión especial entre los vagones y la vida, pero dicen que la vida es un viaje en tren, y que en alguna estación nos tendremos que bajar, pero siempre hay alguien que viaja con nosotros y baja primero, verdad inevitable, verdad al fin y al cabo.

Las cosas que duelen no se afrontan a la primera, no siempre, tal vez dejamos de lado las cosas inevitables, las que no tienen solución, las que no se pueden arreglar, las cosas sin lógica alguna, pero que a pesar de todo duelen.

Hace un par de semanas recordé  a un viejo maestro, alguien quien de una u otra forma me hizo pensar en cosas diferentes en momentos oportunos, le quise dedicar un post en más de una ocasión, pero no siempre nuestros deseos se hacen realidad, más bien, creo que todo llega en el momento preciso. 
Siempre pensé que el tiempo cura muchas heridas, sin embargo hay noticias que cuando llegan, no importa cuanto tiempo pase, duele como si fuera el primer día, duele lo increíble, duele la ignorancia y lo tarde que entendemos las cosas o lo imposible que es entenderlas del todo.

Mi maestro se fue, el viejo, el de la inka kola, el del 00, el 18 y 19; imposible olvidarme de él, sería casi como olvidar esa extraña fascinación y amor que siento por la historia, se fue el hombre que resumió en dos palabras la crisis existencial que llevaba conmigo desde que tenía 4 años, y me dolió mucho el tener una respuesta para darle después de tan larga experiencia  y saber que ya no estará ahí para escucharla. Soñé hace algunos meses con poder llegar a casa y tocar la puerta de su oficina y sólo decirle que tenía la razón, que ocho años después le entregaba toda la razón a esas dos palabras suyas.

El Doctor José Antonio Del Busto, de lejos uno de mis maestros favoritos, una narrador excelente, un escritor muy bueno, un hombre de ideas firmes, recto y tal vez malvado, pero a pesar de todo un ser humano. Se fue el maestro, me despido de él, llego con dos años y medio de retraso, se que odiaba las tardanzas, pero espero que entienda, fue por falta de información.

domingo, 13 de abril de 2008

TUS MANOS







Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia...

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos 

Fragmento del poema Te quiero
Mario Benedetti

miércoles, 12 de marzo de 2008

de todo y nada

Es caso común ver  a los niños soñar con el día en el que serán adultos, todo niño sueña con crecer y alcanzar la sabiduría que poseen los mayores. La paradoja que trae la vida; cuando nos convertimos en adultos, añoramos regresar a la infancia y poder volver a vivir una vez más, el sueño inocente que envuelve el futuro.

Hoy estoy sin viaje, sin carro, sin tren ni avión. Hoy no existe medio de transporte en mi vida. 

Cuando pensaba que un problema se había solucionado, me doy con el chasco que el verdadero problema siempre fue otro. 

Regresar a casa parece la solución acertada, y en estos meses aluciné que había llegado por fin a responder a todas mis dudas -respuesta por cierto, estúpida y sobrevalorada-. 
Pensé que había crecido un poco, lo que demuestra que sigo tan inmadura como siempre. Creer que se alcanzó la respuesta o fin supremo del viaje, sólo comprueba que el motivo del mismo es aun desconocido para mí. 

El desorden que envuelve mis ideas es parte del mismo que frecuenta mi vida, mi casa, mis sueños y mi mundo; mi orden desordenado, el no querer aceptar un sistema o la necesidad de vivir al margen de la realidad, no lo sé. Hoy será una de esas noches en las que me iré a dormir con un millón de dudas, y de lo único que tengo seguridad, es de que por la mañana, no me sentiré mejor al respecto.

La única cosa que creo he podido aclarar un poco esta noche, después de un vídeo que pensé no había hecho nada en mí, fue que si bien todos pensamos en un millón de cosas a la vez en el primer momento libre que tenemos, eso no significa que lo razonemos igual al siguiente momento libre.

La soberbia de la inmadurez me hizo creer que ya había pensado en todo lo que un vídeo de 7 minutos me mostró. Nunca había estado tan equivocada, ya que me mostró todo aquello en lo que NO había pensado, verdades que sólo contemplé y no profundicé.

Hay que aceptar las verdades ineludibles: los precios suben, los políticos mienten y nosotros envejecemos.
No quiero aceptar que envejeceré, que moriré. Hace 5 años no temía a ninguna de las dos, hoy sí. En esos años vivía a plenitud, hoy no lo sé, o tal vez sí, y la verdad es tan dura como para aceptarla con facilidad. 
Y como dice el vídeo, sea lo que sea, pero usen protector solar.

viernes, 22 de febrero de 2008

Sólo sentir


Nostálgico, polémico, adicto, contradictorio, ¿real?.
Sentir las palabras, no entenderlas, sólo sentirlas, ¿consuelo?.
Traspasar la ficción y sentirla real, ¿vivir?.
Dejar de esperar, dejar de exigir, ¿amar?.

Tocar sentimientos reales a través de la ficción, dejar de pensar y sólo sentir, vivir en su nostalgia y entender que parte de nuestra alma comparte ese sentimiento. 
Letras ajenas pueden ser parte de nuestras verdades, esas ficciones pueden ser parte de nuestras realidades.


"Así como el amor es ciego, la amistad es entender hasta lo que uno no entiende de sus amigos y perdonarles absolutamente todo... aunque joda"

Alfredo Bryce Echenique

No me esperen en abril

 

Únicos... única


Con el tiempo,  o sólo con los años, dejamos de hablar del amor, nuestro tema eterno de toda la juventud, y a veces pensamos, meditamos, y extrañamos la antigua amistad, los compañeros, los cómplices, los seres que nos han dado todo a cambio de compartir un pedazo de alma con nosotros, de sentirnos iguales en nuestra diferencia y saber que somos aceptados con virtudes y sobretodo con defectos.

Hoy es para mí un día especial, es el día de la amistad, el cumpleaños de la persona que me enseñara a lo largo de toda una vida que el sentimiento más puro y más noble es el que se le tiene a un amigo.  

Muchos me dijeron a lo largo de mi vida, que los amigos siempre terminan por traicionarnos, me alegro mucho de que se encontraran totalmente equivocados, y me produce una gran tristeza a la vez, pues estas personas nunca tuvieron un amigo verdadero en la vida. Me puedo considerar una persona afortunada, toda la vida tuve una única mejor amiga, pero cuando ella se marchó a tierras lejanas, me dejó algo más que su profunda y atormentadora ausencia, dejó algo en mí que no conocía, una persona que había aprendido a dar y recibir amistad.

Hemos andado por caminos, a veces juntas, a veces abrazadas, y otras como hoy separadas. La vida nos obligó a conocernos, simples coincidencias, o cuestiones elementales de obligatoriedad, no lo sé. El destino, la suerte, o la simple necesidad de conocer mundos diferentes nos separaron, los mares despegaron nuestros cuerpos y la soledad unió nuestras almas.

Sin entender todas las palabras, lágrimas y lamentos, nos consolamos, nos quisimos y nos extrañamos. Hoy que vivimos realidades iguales y diferentes, hablamos menos y nos entendemos más. Vivimos en el mismo hemisferio, compartimos la misma estación, la misma soledad y el mismo dolor de vivir en un mundo que no sentimos del todo nuestro.

Así pasen un millón de años más, ella será siempre mi compañera,  mi hermana, mi ángel guardián, miles de calificativos no lograrían expresar lo que significa, la única palabra está ya trillada, pero amiga, sería la que la encierra en su totalidad.

Ella me enseñó a escuchar a Charly  y a Sui, no puedo evitar pensar en ella cada vez que escucho una de sus canciones, más aun cuando escucho esta.

El ser humano es un animal sociable, que se adapta a su nuevo medio con la facilidad que ninguno otro tiene. Nos podemos adaptar al clima, al territorio, al idioma, a las costumbres, a la comida; pero nunca nos podremos adaptar a vivir en la soledad, no a la del cuerpo, sino a la del alma, yo no me resigno a ello y sé que ella tampoco lo hará.

jueves, 21 de febrero de 2008

Sólo aprender

Cada vez que las tragedias o las dificulatdes golpean nuestra puerta, nos preguntamos ¿qué hicimos mal?, o ¿por qué nos pasa esto?

Los errores y las dificultades que enfrentamos día a día son la mejor forma de aprender, es una escuela vívida, clases hechas de experiencia.
Todos sabemos esto, pero ¿cuantos lo aplicamos a diario?. Leí alguna vez, que cada uno es dueño de su destino, dicen también que si le sacamos provecho a la adversidad, habremos logrado una oportunidad.
Intentarlo no cuesta nada, pero se podría ganar mucho.

Mentira!!!, sólo intentarlo cuesta muchísimo!!! cuesta mucho más de lo que cualquiera puede dar por el siemple hecho de hacerlo, cuesta tener fuerza de voluntad.

"He sido un hombre afortunado, nada en la vida me ha sido fácil."
Sigmund Feud

sábado, 16 de febrero de 2008

Más que una necesidad

Pensaba hoy, que tanta existencialidad en estos días podría terminar en una crisis nerviosa o algo así, decidí que sería bueno un descanso, sólo por hoy, nada de escribir, nada de pensar, sólo mandar un par de correos prometidos, y a reencontrarme con el Morfeo olvidado en el planeta de los sueños no visitados.

Sin embargo, a la vuelta de un msn, siempre existe la amistad, el sentimiento, los mensajes, las palabras, todo lo bueno y nada de olvido. Hoy a través de una de las psicólogas que rodean mi mundo de locuras y de ideas, recordé una vez más lo valioso que es un amigo, más aun en medio de la soledad, a través de la distancia o del tiempo.

Dos personas, diferentes entre sí, únicas para mí me escribieron algo cuando estuve a punto de partir de casa hacia estas tierras que poco tienen de prometidas. Escribieron versos ajenos, pero le colocaron el mismo sentimiento en cada palabra, que aun hoy después de tantos años las siento dar pequeños golpes en mi corazón. Lo que en algún momento me parecieron frases bellas, con el tiempo se volvieron palabras verdaderas, vívidas, experiencias que nadie puede explicar, que sólo puede sentir el que las vive día a día.

Khalil Gibrán tiene una obra que es singularmente bella, íntima si se necesita.
Mis dos grandes amigos me lo entregaron al sentirme lejos, al sentirme amiga.
Hoy se lo entrego a alguien que está lejos, y que es mi amiga.



La amistad


Un joven dijo: Háblanos de la amistad.

Y él respondió: Un amigo es la respuesta a nuestras necesidades.
Es el campo que se planta con amor y se cosecha con agradecimiento.
Él es nuestra mesa y nuestro hogar.
Porque nosotros vamos a él con nuestra hambre y lo buscamos con sed de paz.
Cuando nuestro amigo nos hable francamente, no temas nuestro propio "no" ni detengas el "sí".
Y cuando esté callado, que no cese de oír nuestro corazón de oír su corazón; porque sin palabras, en amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas nacen y se comparten en una espontánea alegría.

Cuando se separen de un amigo no sufran; porque lo que más amas de él se aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano para el montañés.

Y no permitas más propósito en la amistad que el ahondamiento del espíritu, porque el amor que no busca más que la aclaración de su propio misterio, no es amor sino una red lanzada; y solamente lo útil es cogido.
Y hagan que lo mejor de ustedes, sea para su amigo.
Si él ha de conoce el menguante de vuestra marea, que conozca también su creciente.
Porque ¿qué amigo es el que buscas para matar las horas?
Búscalo siempre para vivir las horas.
Porque él está para llenar nuestra necesidad, no nuestro vacío.

Y en la dulzura de la amistad, dejen que hayan risas y placeres compartidos, porque en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana y se refresca.

Khalil Gibrán
El Profeta

viernes, 15 de febrero de 2008

Déjà vu, psicología existencial o mera coincidencia

Después de los floppys y las canciones en japonés, hice otro pequeño inventario, en realidad es un simple recuento. Hay cosas extrañas, o por lo menos poco usuales que nos suceden a diario, y pensamos que son normales, pero ¿qué es normal en esta vida?.


Las etapas de mi existencia están muy bien definidas, por hechos, personas, o simple cronología. Todo gira siempre, el tiempo nunca se detiene, las caras van, la gente llega, la familia se marcha, los amigos se quedan; siempre es así, extrañamente normal. 

Hoy  por la ventana de mi trabajo, miraba un tubo, uno de metal, una cañería extraña, y tuve la sensación de haber hecho es antes. ¿Un déjà vu?, no lo sé, y quizás no lo sepa nunca, ya que un recuerdo tras otro  empezaron a atacarme  en cuestión de 10 minutos, mis últimos minutos de libertad de mediodía, el recuento apareció, y el ¿por qué? como siempre quedó en el aire.

La psicología me parece interesante, pero no al punto de dedicarme a ella, verla como cultura general y una forma de auto ayuda me parecen más que suficiente, cada tapa a su olla, lo mío son las letras, artes, música y demás, aunque en ellas me desenvuelva tan bien como en la cocina, siento que hacer otra cosa me causaría más frustración y la sensación de estar incompleta.

Mi conteo es simple, pero llega junto con la pregunta típica de la infancia. Sí sé que tengo todo esto, pero ¿por qué?. Muchas personas  han estado de ida y vuelta en mi vida, familia, guías y amigos. Muchas de ellas tenían algo en común, y esto no era precisamente yo.

Mi madrina, hermana de mi madre, psicóloga. 
Mi guía en mi infancia temprana, lo vi por  última vez a los 6 años, se llamaba Edwin, nunca me sentí tan cómoda con nadie como con él, y a pesar de haber pasado más de 20 años aún lo recuerdo, psicólogo.
El que fuera un gran amigo mío, peleamos, discutimos, me habló de Neruda, me enseñó mucho a golpes y peleas en la  adolescencia, psicólogo.
La pre, la etapa feliz, una amiga de la adolescencia se convirtió en una compañera de banca, disfrutamos clases, risas y demás, una gran compañera y amiga  hasta ahora; psicóloga en la actualidad.
La segunda etapa en la pre, nos sentaron juntas, nos obligaron a ser amigas, doy gracias por ello, es mi cómplice, mi compinche y un pedazo de mi alma perdida en otras dimensiones, posterior y eterna compañera universitaria, y mi gran amiga, soporte y constante; psicóloga.
Mi gran grupo de amigos sinceros en la universidad, una variante de locos y divertidos compañeros, todos ellos llevaban algo en común entre sí, menos conmigo, yo la oveja negra, TODOS psicólogos.
De viaje en Ecuador, un amigo pequeño, minúsculo, un ser adorable que hoy ya perdió la inocencia y se transformó en humano, un gran amigo a pesar de los mares que nos dividen, y medio continente que existe entre él y mi eterna casa en el sur; psicólogo.
Viviendo en oriente, me pregunto ¿por qué los psicólogos me persiguen?,  y llega una muchacha, la única que se me acerca en edad, y la única con la puedo hablar en mi lengua natal, con encuentros y desencuentros , psicóloga.

Cada vez que un psicólogo nuevo aparece en mi vida, pienso en que esa situación ya la viví antes, se repite eternamente, me dan las respuestas que necesito siempre, son mi guía y muchas veces más, mi compañía. 

Creo que me hago siempre más preguntas de lo necesario, busco lo existencial en lo que pueden ser meras coincidencias, pero como que son muchas ¿no?, además, teniendo tantos psicólogos cerca, ¿por qué hay tanta locura en mí?.

Por una cuestión de ética no puedo ser paciente de ninguno de mis amigos, ¿será que conoceré algún psicólogo que no sea mi amigo y me pueda tratar?, o ¿será que soy amiga de todos porque no quiero ayuda, ya que me gusta vivir en la locura que es mi existencia?.

Loca o no, esa gente está aquí por algo, pero ya tendré tiempo de averiguarlo, hoy sólo pensaré en el por qué de cada uno, y sonreiré una vez más con ellos, lejos o cerca, pero están y eso es lo importante.


PD: Gracias Chato! eres lo máximo! nos debemos un par de tequilas!


jueves, 14 de febrero de 2008

Sakura




Sakura de Naotaro Moriyama

Una de mis canciones favoritas, habla del Sakura o flor del cerezo, de la amistad, y la espera del amigo que se ha ido.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Floppy


Todos hemos llenado nuestras casa y a veces nuestras vidas con chivas y objetos inservibles, siempre nos pasa, es inevitable, deseamos eliminarlos, ocultarlos, desaparecerlos, hacer cualquier cosa con tal de ver la casa libre de estas pesadillas sentimentales, lo dejamos para después, para más tarde o para mañana, el asunto termina demorando meses o incluso años.
Hoy después de más de cinco años le tocó el turno a los floppys de mi vida, los discos de colores, esos pequeños que al principio eran negros y que después, debido a la comercialización, tomaron colores atractivos, llamativos, huachafos o totalmente pacharacos, siendo los últimos mis preferidos. 
Los pobres floppys han estado almacenados en un cajón olvidado de una cómoda más olvidada aún, de esas que habitan en los cuartos que ambientamos como escritorios, y que sólo terminan siendo cuarto de computadora, o sala para video juegos. 

Me decidí hoy en hacer ese peligroso viaje al pasado, ¿por qué hoy?, sencillo, la presión siempre es el mejor empuje, debo devolver la lectora el final de semana. Los discos colorinches son tan, pero tan antiguos, que las computadoras de hace cuatro años ya no traen la ranura para insertar el disco, y debemos adquirir una lectora que se conecta por un usb, así que antes que dejen de fabricar las lectoras, decidí hacer esto de manera rápida y efectiva, descargar todos los archivos y quemarlos en un cd o un dvd en su defecto, en el caso que la información fuera demasiado grande.
¿Qué es lo que encontré?, sencillo, si entraran en una máquina del tiempo ¿qué creen que podrían hallar?

Hoy encontré mi historia congelada en discos de plástico.  Sorpresa, alegría, risas, sonrisas y mucha nostalgia invadieron mi sala esta noche. El mal humor que me atormentó desde ayer se fue por la ventana, imposible permanecer de malas hoy!.  Imaginar que tenía guardada la agenda de mi correo de la universidad del año 2002, la mayoría de gente que está ahí ya está graduada, y la otra parte ya ni si quiera me debe de recordar. Encontré todo un depósito de correspondencia con mis grandes amigos que se encuentran en países distintos, notas de cumpleaños, refranes, colecciones de power point para levantar la moral del más depresivo de los amigos, dibujos, tarjetas, horarios, record de notas, bibliografías, listas de la biblioteca, trabajos finales de algunos cursos y demás.

Debo confesar que mi sorpresa más grande fue encontrar todo el material que tenía de la universidad. Nunca había meditado a profundidad lo que significaba para mí ser alumna universitaria, pero esta noche solo comprobé que durante mis años de felicidad, la universidad significó prácticamente todo. No encontré disco que no tuviera por lo menos un documento de word relacionado con ella, saltaban bibliografías, apuntes, información de internet y demás. Toda mi vida giraba en torno a los estudios, y eso me hizo sentir muy extraña, parecía que estaba revisando apuntes de otra persona, documentos escritos por alguien distinto. 
Todavía no despierto del shock. No sé aun que es lo que he encontrado, si sólo han sido parte de las chivas y cachivaches que suelo acumular por toneladas, o si he recuperado una parte mía perdida en el tiempo. De ser así, tengo un nuevo reto por delante, debo engranar el pasado con el presente, pero eso lo haré mañana, hoy a pesar de estar eufórica, no coordino bien muchas cosas, sobretodo mis ideas, el sueño en este caso no es buen compañero. Mi computadora se ha convertido momentáneamente en un museo virtual, por donde vagaré durante algunos días buscando los inicios de mi primer yo intelectual. No sé si esta aventura continuará en este blog, pero por lo menos para mí, comienza hoy.

martes, 12 de febrero de 2008

El que no está

Hay ausentes que no escuchan

Los que  no tienen reflejo

Hay ausentes que no ven

Que no se esfuman en el tiempo

 

Hay ausentes que se alejan

Con los pasos muy pequeños

Y que dejan en el aire

Miradas o tiernos besos

 

Hay ausencias que te tocan

Que te marcan con un hierro

Hay ausencias que no lloras

Que son lágrimas de fuego

 

Hay ausencias que no puedes

Explicar con tontos versos

Hay ausencias que no se quitan

Las que viven sólo en tu recuerdo

viernes, 8 de febrero de 2008

Cazando al alba






















Si existen 365 formas diferentes de amanecer, ¿por qué decimos que el día a día es una rutina?



Eres el amigo que se quema en el frío
el que se ahoga en el silencio
y que se muere en el olvido.

miércoles, 30 de enero de 2008

Letra para mí

Es extraño como uno puede escuchar las mismas palabras todos los días, y no entenderlas nunca. Como podemos escuchar la misma canción siempre, y no sentirla.

No fue hoy, fue hace algunos días atrás, cuando me dirigía a una nueva aventura en la ciudad y decidí abordar un tren. Sola, sin compañía, me sentí libre después de mucho, por fin podía escuchar música con los audífonos a todo volumen, no tenía que preocuparme si había semáforo en rojo o niños cruzando la pista; aproveché el momento de libertad y me concentré en una de mis canciones favoritas desde hace cinco o seis años. 

El paisaje que veía por la ventana era gélido y tierno, plantaciones cubiertas de nieve volaban a mi lado mientras mi canción favorita empezaba a taladrar mis tímpanos. Cuando estoy sensible, todas las canciones son para mí, todos los dichos y refranes se aplican a mi vida, todos sentimos eso siempre -bueno, eso creo-  sin embargo los días sensibles ya habían terminado, los refranes no calaban más, y las canciones sólo eran eso, canciones.

Mi canción favorita terminó, y por inercia la repetí, cuando terminó la volví a repetir, y lo seguí haciendo hasta que llegué a mi destino final. Bajé del tren entre tonta y estúpida, he escuchado esa canción durante casi seis años, es de esas canciones que puedes escuchar siempre y nunca te aburres, y así lo hice, por épocas la escuchaba más seguido, en tiempos de calma lo hacía con menos frecuencia, pero siempre recurría a ella, como si fuera una pastilla que calma cualquier crisis de ansiedad, siempre me refugié en ella, nunca supe el por qué, simplemente lo hacía. Ese día en el tren me di cuenta de algo, la escuché siempre, fue  consuelo para mi alma en mis días de nostalgia, quizás la melodía o la rima me tranquilizaban, pero nunca antes había sentido la letra, ese día, mientras los caminos blancos volaban a mi lado escuché un resumen de lo que había sentido durante los últimos años, mis gritos de silencio, mi vida en esa letra. 
 
Pablo no me conoce ni yo a él, sin embargo logró traspasar mis oídos y toco un punto más sensible en mí. Ese día, cuando bajaba del tren, me di cuenta que aquella ya no era mi canción favorita, sino que simplemente era mi canción. 

martes, 22 de enero de 2008

Memorex para la picona...

Hace algunas semanas, conversando con una compañera del trabajo, le conté mi actual drama. Tengo problemas de memoria, no recuerdo que cosas he hecho el día anterior, ni tampoco los temas de los que he conversado. 
Para mí es una verdadera tragedia, nunca antes me había pasado algo así...  le confié mis dudas y  preocupaciones, a las que ella respondió de una forma rata, cruel, y canalla: ¿De qué te preocupas? eso es normal, a mi me pasa todo el tiempo, mira, si no afecta tu vida diaria, no te hagas bolas.
Cambiamos de tema, hablamos de las compras de final de semana,  me contó que necesitaba hacer unas compras especiales, me ofrecí a llevarla, pues mi compañera no tiene carro, y después de eso terminó la conversación y me fui a mi casa, y como es de imaginar, al día siguiente olvidé todo...
El lunes me di cuenta que algo no andaba bien, nada bien, muy mal para ser sinceros, conversiones cortas, muy cortas, en realidad cortantes. Por ahí algún flash me hizo recordar algo, y ohhh era lunes, y se suponía que el sábado -pasado- tenía que llevar a mi amiga a hacer sus compras, pero, bueno, ella no me llamó, y como es normal, yo lo olvidé.

Llegué a la conclusión de que mi compañera tenía la razón, no me debo hacer bolas por mi falta de memoria, no afecta mi vida, en realidad afecta la de los otros... pero ese no es mi problema! ¿si o no?

lunes, 21 de enero de 2008

Al final...


En los momentos que tu alma no se sincroniza, el amor vale nada, buscas consuelo en falsos abrigos y valor en antiguos amigos...

sábado, 19 de enero de 2008

Buenas personas...


Existen almas caritativas, las que en su afán de mantener un buen juicio, logran matar cualquier clase de inspiración.

“No es feliz quien hace lo que quiere, sino aquél que quiere lo que hace.” Mt. 32, 34


¿Por qué Sasha es feliz?, me lo pregunto todas las mañanas cuando me levanto y me da la bienvenida, llora de la alegría, parece que no me hubiera visto en años, y me  vuelvo a preguntar lo mismo por las noches, cuando después de más de diez horas de abandono, me vuelve a recibir con la misma felicidad de la mañana.

 ¿Sasha es realmente feliz?, no puede entrar en mi cabeza que la vida de perro pueda ser felicidad. Sasha es una beagle de año y medio, desde agosto del 2006 vive conmigo, me ha alegrado fielmente cada mañana y ha consolado con toda su alegría y travesuras mi paso por estas lejanas tierras cada noche.

 ¿Vida de perro?, no creo que tenga una mala vida, tiene toda la comida que quiere, los dulces caninos más apetecibles, tiene buen cuidado, veterinario, baños semanales,  toda la atención que puedo prestarle, y todo el cariño que tengo para darle. Pero he de confesar mi cargo de conciencia, no tengo mucho tiempo para ella. Mis horas son limitadas, sólo dispongo de 3 horas diarias en promedio, y las tengo que dividir entre las labores de la casa, mis cosas, el msn, llamar a casa, familiares por aquí, y con ella.

 La falta de tiempo que le dedico no me desconcierta tanto como su lealtad, a pesar de no estar siempre con ella, ella siempre está conmigo. No hace todo lo que quiere, no se lo puedo permitir, ya lo he hecho en algunas ocasiones, con resultados no muy agradables. Sasha no duerme en mi cama, pero me espera en la puerta de mi cuarto todas las mañanas, no es muy cariñosa, pero cada vez que estoy triste se sienta sobre mis piernas y me ataca a besos, y se deja acariciar las orejas y la cabeza, normalmente es un terremoto, pero cuando me duele la barriga se sienta a mi lado o sobre mi panza. Sasha es feliz, no sé por qué, y ella no sabe por qué yo no soy feliz. La frase de Mateo me ha acompañado desde el año pasado, me pregunte si alguna vez he hecho algo que he amado, creo que sí, y es por eso mi actual tristeza.

Sasha no hace lo que todo perro quiere, que es destrozar la casa; ella se mantiene fiel al lado de su amo, que es lo que todo perro ama, creo que por eso ella es feliz.

jueves, 17 de enero de 2008

El jefe siempre tiene la razón...

El jefe de la línea se acerca a una de las muchachas y le pregunta: ¿Cuántas cajas vas mandando hasta ahora?

La muchacha contesta: Con las cuatro que están en el suelo van veinticinco.

El jefe le dice: no hagas las cuatro que están en el suelo, déjalo en veintitrés.

La muchacha pregunta de nuevo, pues teme no haber escuchado bien: ¿Veintitrés?

El jefe responde: claro veintitrés!

La muchacha: 25 menos 4 es 23???

El jefe: claro que si!

 

ok... el jefe, siempre tiene la razón!