martes, 22 de enero de 2008

Memorex para la picona...

Hace algunas semanas, conversando con una compañera del trabajo, le conté mi actual drama. Tengo problemas de memoria, no recuerdo que cosas he hecho el día anterior, ni tampoco los temas de los que he conversado. 
Para mí es una verdadera tragedia, nunca antes me había pasado algo así...  le confié mis dudas y  preocupaciones, a las que ella respondió de una forma rata, cruel, y canalla: ¿De qué te preocupas? eso es normal, a mi me pasa todo el tiempo, mira, si no afecta tu vida diaria, no te hagas bolas.
Cambiamos de tema, hablamos de las compras de final de semana,  me contó que necesitaba hacer unas compras especiales, me ofrecí a llevarla, pues mi compañera no tiene carro, y después de eso terminó la conversación y me fui a mi casa, y como es de imaginar, al día siguiente olvidé todo...
El lunes me di cuenta que algo no andaba bien, nada bien, muy mal para ser sinceros, conversiones cortas, muy cortas, en realidad cortantes. Por ahí algún flash me hizo recordar algo, y ohhh era lunes, y se suponía que el sábado -pasado- tenía que llevar a mi amiga a hacer sus compras, pero, bueno, ella no me llamó, y como es normal, yo lo olvidé.

Llegué a la conclusión de que mi compañera tenía la razón, no me debo hacer bolas por mi falta de memoria, no afecta mi vida, en realidad afecta la de los otros... pero ese no es mi problema! ¿si o no?

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