viernes, 15 de febrero de 2008

Déjà vu, psicología existencial o mera coincidencia

Después de los floppys y las canciones en japonés, hice otro pequeño inventario, en realidad es un simple recuento. Hay cosas extrañas, o por lo menos poco usuales que nos suceden a diario, y pensamos que son normales, pero ¿qué es normal en esta vida?.


Las etapas de mi existencia están muy bien definidas, por hechos, personas, o simple cronología. Todo gira siempre, el tiempo nunca se detiene, las caras van, la gente llega, la familia se marcha, los amigos se quedan; siempre es así, extrañamente normal. 

Hoy  por la ventana de mi trabajo, miraba un tubo, uno de metal, una cañería extraña, y tuve la sensación de haber hecho es antes. ¿Un déjà vu?, no lo sé, y quizás no lo sepa nunca, ya que un recuerdo tras otro  empezaron a atacarme  en cuestión de 10 minutos, mis últimos minutos de libertad de mediodía, el recuento apareció, y el ¿por qué? como siempre quedó en el aire.

La psicología me parece interesante, pero no al punto de dedicarme a ella, verla como cultura general y una forma de auto ayuda me parecen más que suficiente, cada tapa a su olla, lo mío son las letras, artes, música y demás, aunque en ellas me desenvuelva tan bien como en la cocina, siento que hacer otra cosa me causaría más frustración y la sensación de estar incompleta.

Mi conteo es simple, pero llega junto con la pregunta típica de la infancia. Sí sé que tengo todo esto, pero ¿por qué?. Muchas personas  han estado de ida y vuelta en mi vida, familia, guías y amigos. Muchas de ellas tenían algo en común, y esto no era precisamente yo.

Mi madrina, hermana de mi madre, psicóloga. 
Mi guía en mi infancia temprana, lo vi por  última vez a los 6 años, se llamaba Edwin, nunca me sentí tan cómoda con nadie como con él, y a pesar de haber pasado más de 20 años aún lo recuerdo, psicólogo.
El que fuera un gran amigo mío, peleamos, discutimos, me habló de Neruda, me enseñó mucho a golpes y peleas en la  adolescencia, psicólogo.
La pre, la etapa feliz, una amiga de la adolescencia se convirtió en una compañera de banca, disfrutamos clases, risas y demás, una gran compañera y amiga  hasta ahora; psicóloga en la actualidad.
La segunda etapa en la pre, nos sentaron juntas, nos obligaron a ser amigas, doy gracias por ello, es mi cómplice, mi compinche y un pedazo de mi alma perdida en otras dimensiones, posterior y eterna compañera universitaria, y mi gran amiga, soporte y constante; psicóloga.
Mi gran grupo de amigos sinceros en la universidad, una variante de locos y divertidos compañeros, todos ellos llevaban algo en común entre sí, menos conmigo, yo la oveja negra, TODOS psicólogos.
De viaje en Ecuador, un amigo pequeño, minúsculo, un ser adorable que hoy ya perdió la inocencia y se transformó en humano, un gran amigo a pesar de los mares que nos dividen, y medio continente que existe entre él y mi eterna casa en el sur; psicólogo.
Viviendo en oriente, me pregunto ¿por qué los psicólogos me persiguen?,  y llega una muchacha, la única que se me acerca en edad, y la única con la puedo hablar en mi lengua natal, con encuentros y desencuentros , psicóloga.

Cada vez que un psicólogo nuevo aparece en mi vida, pienso en que esa situación ya la viví antes, se repite eternamente, me dan las respuestas que necesito siempre, son mi guía y muchas veces más, mi compañía. 

Creo que me hago siempre más preguntas de lo necesario, busco lo existencial en lo que pueden ser meras coincidencias, pero como que son muchas ¿no?, además, teniendo tantos psicólogos cerca, ¿por qué hay tanta locura en mí?.

Por una cuestión de ética no puedo ser paciente de ninguno de mis amigos, ¿será que conoceré algún psicólogo que no sea mi amigo y me pueda tratar?, o ¿será que soy amiga de todos porque no quiero ayuda, ya que me gusta vivir en la locura que es mi existencia?.

Loca o no, esa gente está aquí por algo, pero ya tendré tiempo de averiguarlo, hoy sólo pensaré en el por qué de cada uno, y sonreiré una vez más con ellos, lejos o cerca, pero están y eso es lo importante.


PD: Gracias Chato! eres lo máximo! nos debemos un par de tequilas!


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