sábado, 16 de febrero de 2008

Más que una necesidad

Pensaba hoy, que tanta existencialidad en estos días podría terminar en una crisis nerviosa o algo así, decidí que sería bueno un descanso, sólo por hoy, nada de escribir, nada de pensar, sólo mandar un par de correos prometidos, y a reencontrarme con el Morfeo olvidado en el planeta de los sueños no visitados.

Sin embargo, a la vuelta de un msn, siempre existe la amistad, el sentimiento, los mensajes, las palabras, todo lo bueno y nada de olvido. Hoy a través de una de las psicólogas que rodean mi mundo de locuras y de ideas, recordé una vez más lo valioso que es un amigo, más aun en medio de la soledad, a través de la distancia o del tiempo.

Dos personas, diferentes entre sí, únicas para mí me escribieron algo cuando estuve a punto de partir de casa hacia estas tierras que poco tienen de prometidas. Escribieron versos ajenos, pero le colocaron el mismo sentimiento en cada palabra, que aun hoy después de tantos años las siento dar pequeños golpes en mi corazón. Lo que en algún momento me parecieron frases bellas, con el tiempo se volvieron palabras verdaderas, vívidas, experiencias que nadie puede explicar, que sólo puede sentir el que las vive día a día.

Khalil Gibrán tiene una obra que es singularmente bella, íntima si se necesita.
Mis dos grandes amigos me lo entregaron al sentirme lejos, al sentirme amiga.
Hoy se lo entrego a alguien que está lejos, y que es mi amiga.



La amistad


Un joven dijo: Háblanos de la amistad.

Y él respondió: Un amigo es la respuesta a nuestras necesidades.
Es el campo que se planta con amor y se cosecha con agradecimiento.
Él es nuestra mesa y nuestro hogar.
Porque nosotros vamos a él con nuestra hambre y lo buscamos con sed de paz.
Cuando nuestro amigo nos hable francamente, no temas nuestro propio "no" ni detengas el "sí".
Y cuando esté callado, que no cese de oír nuestro corazón de oír su corazón; porque sin palabras, en amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas nacen y se comparten en una espontánea alegría.

Cuando se separen de un amigo no sufran; porque lo que más amas de él se aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano para el montañés.

Y no permitas más propósito en la amistad que el ahondamiento del espíritu, porque el amor que no busca más que la aclaración de su propio misterio, no es amor sino una red lanzada; y solamente lo útil es cogido.
Y hagan que lo mejor de ustedes, sea para su amigo.
Si él ha de conoce el menguante de vuestra marea, que conozca también su creciente.
Porque ¿qué amigo es el que buscas para matar las horas?
Búscalo siempre para vivir las horas.
Porque él está para llenar nuestra necesidad, no nuestro vacío.

Y en la dulzura de la amistad, dejen que hayan risas y placeres compartidos, porque en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana y se refresca.

Khalil Gibrán
El Profeta

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